Conocí Love Live hace bastante tiempo, no desde su origen en 2010 pero sí poco antes del inicio de su anime. Sin embargo, no estaba entre mis gustos ver algo con muchas niñas y no la seguí. Conforme la temporada avanzaba, veía en twitter screenshots y comentarios y me parecía bastante gracioso como algo “así” llamara tanto la atención, mas no intenté darle un vistazo por la razón antes dicha.
Tiempo después, al emitir la segunda temporada, un amigo me comentaba que debía verla porque estaba muy bonita y yo seguía en mi estado letárgico que se negaba a ver algo con muchas niñas. Entonces, SIF apareció y él se encargó de hacer una reseña la cuál leí detenidamente porque la corregí y, apesar de tener una idea de cómo jugar, no podía, en ese entonces no contaba con algún dispositivo que me permitiera jugar y, lo más importante, no me llamaba la atención.
El tiempo siguió pasando entre mensajes de mi amigo diciendo que tenía demasiados sentimientos por la serie, que veía los conciertos, que amaba a las rabus y no sé que tanto, en ese entonces no sabía nada y me imaginaba los conciertos con hologramas (???). El caso es que, entre suceso y suceso, obtuve una tablet y la primera noche me dije: “¿y si bajo el jueguito de las rabus?”, casi creo recordar que hasta me mordí el labio mientras veía la app en la store y me dije “no, es como si quisiera jugarlo”. Para no hacer el cuento largo, al día siguiente lo instalé y perdí en el primer live que jugué, LOL.
Pero luego hablaré más sobre SIF, el caso es que en ocasiones jugaba y daba la casualidad que estaban mis sobrinas y, como a toda niña, les llamó la atención el juego, las canciones y las monas que salían. El caso es que, meses después, aprovechando que mi sobrina mayor se quedaba a dormir conmigo, le dije que si quería ver el anime de las idols. Me dijo que sí y, entre dimes y diretes, vimos la primera temporada en el lapso de una semana. Siendo honesta, no me gustó tanto, se me hizo agradable pero así como para llorarle como hacía mi amigo, pues no.
En ese entonces, love live no había causado un gran impacto entre nosotras, a decir verdad, pensaba que iba a ser una serie para pasar el rato. Y llegó un puente en noviembre y, recuerdo muy bien, que vimos la segunda temporada un lunes, literalmente, no podíamos despegarnos de la pantalla, cada capítulo que finalizaba nos hacía querer más;en cuatro horas nos sentimos felices, tristes, lloramos y sonreímos, algunas veces al mismo tiempo, algunas veces mi sobrina me consolaba porque, de verdad, no podía aguantar el llanto en los capítulos finales. Entonces fue cuando supe que Love Live era una serie que se quedaría conmigo durante un buen tiempo.
A la fecha, no puedo creer que ya reconozca a las seiyuus de nombre y cara, tampoco que vea vídeos de sus presentaciones en vivo, mucho menos que practique con mis sobrinas alguna que otra coreografía. Love Live me ha cambiado en más de una manera, me ha dado muchas ganas de bailar, de cantar, de volver a la preparatoria y hacer mi grupo de idols hahaha, pero, sobretodo, me ha dado momentos maravillosos con esas dos enanas que iluminan mi día con sus ocurrencias, cuando hacen el nico nico nii o cantan en japonés en la escuela, ellas sí son school idols hahaha, sus fans de cuarto grado lo sustentan(?).
En fin, voy a tratar de ser constante, creo que es el blog que he hecho con más ganas y no quisiera abandonarlo. Lo bueno era que no tenía mucho que escribir.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario